ES UN EQUIPO QUE ESTÁ VIVO Y MUERTO EN SIMULTÁNEO: CON OPCIONES DE PERMANENCIA, DEPENDIENDO DE SÍ MISMO, PERO A LA VEZ SIN CAPACIDAD DE GANAR PARTIDOS.
El físico austriacoErwin Schrödinger formuló en 1935 uno de los experimentos más paradójicos de la ciencia: un gato que podía estar vivo y muerto al mismo tiempo. Es evidente que cualquier ser vivo lo está o no lo está, como tampoco puede estar despierto y dormido a la vez. Lo más cercano a esto es el estado vegetativo: estar orgánicamente vivo (aunque sea artificialmente) sin capacidad de responder a los estímulos exteriores.
Una situación muy parecida vive esta temporada el CD Longueras. Es un equipo que está vivo porque depende de sí mismo para salvarse. Solo cinco puntos les separa de la permanencia. Sin embargo, también está muerto por su incapacidad de ganar partidos. Solo ha ganado uno en toda la temporada y no creo que gane más de dos. Ojalá este sábado me empiecen a dar el zasca, que se diría hoy en día en Internet. Encantadísimo de recibirlo y de publicarlo.
La situación deportiva del Longueras es grave y subsanable a la vez. Qué paradoja. Grave, porque lo es cualquier ‘dinámica’ de quince partidos consecutivos sin ganar. Subsanable, porque quedan once partidos y dos/tres triunfos consecutivos podrían significar salir de la tumba. Ahora, visto lo visto, para que los teldenses los consigan tiene que bajar el Espíritu Santo.
Lo he comentado en diversas ocasiones en las distintas previas. Al CD Longueras le cuesta la Vía Láctea entera empatar. No digo ganar, sino empatar. Ya lo dice el refrán: si no puedes ganar, al menos no pierdas. El problema es que esta temporada no está ganando y ha perdido más de lo que ha empatado. Por eso hoy el equipo San José es penúltimo con solo nueve puntos.
Tampoco se le pueda pedir mucho más a esta plantilla. En dos temporadas ha perdido a jugadores claves con el que hoy podría estar peleando por estar entre los seis primeros. Gabriel González (portero), Leandro Sosa (hoy en el Telde), Francisco Castro ‘Muñe’, Airam Rodríguez, Sullivan Rodríguez, Giovanni Rodríguez, Anthony Rodríguez o Daniel Estrada. Muchos de ellos fueron artífices del ascenso a Preferente y otros de la permanencia hace menos de un año.
LOS PROBLEMAS: DEFENSA Y ATAQUE
Los dos principales escollos del equipo se sitúan tanto en la vanguardia como en la retaguardia. En la primera línea, las pérdidas de balón y a veces la falta de contundencia están llevando al equipo a encajar muchos goles. Así pasó ante el Tarajalejo, Vecindario, Universitario (mundo aparte) o Valleseco. En algunos de estos partidos, el equipo se viene abajo porque planta cara en la primera parte.
En ataque, falta mucha pegada. En muchas ocasiones, los delanteros reciben demasiado lejos del área. El otro día Nicke tocó muchos balones prácticamente entre el círculo central o a quince metros de la frontal, a veces sin recibir apoyos porque el equipo estaba partido.
La falta de velocidad en la circulación del balón por los escasos movimientos de los que no tienen el cuero, pocos desmarques de ruptura (no recuerdo un balón al espacio ante El Cotillo) y el muy poco juego posicional en el campo contrario están lastrando al equipo. El Longueras suele dominar los partidos e incluso es superior, pero tan lejos del área contraria que no supone problema alguno para sus rivales.
NO ES EL ÚNICO EN ESA SITUACIÓN
En este periódico ponemos énfasis en el CD Longueras por ser el representativo de la ciudad, pero ni mucho menos es el único que está en una situación similar o peor. Su próximo rival, de hecho, es uno de ellos. El Unión Carrizal es colista con siete, con la salvedad de que tiene cuatro partidos pendientes.
Los ingenienses disputan este miércoles uno de esos encuentros aplazados contra el CD Breñamen Las Playitas. En este choque puede dejar colista a los rojos, aunque la situación clasificatoria nos dice que lo lógico es que sean los majoreros los que se lleven los tres puntos. Y si no es en este choque puede ser el sábado en El Toril donde los merengues superen a la escuadra granate.
También están en una situación parecida la UJ Costa Ayala, décimo tercera con diez puntos y también con cuatro partidos pendientes. Los del norte tienen la suerte de haber logrado dos victorias, una de ellas precisamente contra el Longueras en la jornada 14 por 4-1 en Costa Ayala.
Mejor lo ven desde Gáldar. La UD Barrial, único equipo al que el #CDL ha logrado ganarle, sería el último equipo que descendería. Con doce puntos, está a solo dos de la permanencia, pero mucho más vivo que los teldenses. Ambos equipos se enfrentarán en tres semanas en Barrial.
Los demás equipos lo ven diferente. Ahí están la UD Tarajalejo y la UD Vecindario. No están respirando tranquilos ni mucho menos, pero están en zonas más privilegiadas. De ahí para arriba todo es tranquilidad. Es difícil que a la UD Teror y a sus vecinos de la UD Valleseco se les escapen la permanencia. No están muy lejos (17 y 21 puntos, respectivamente), pero con la dinámica que llevan los de abajo, muy mal se les tienen que dar los dos meses que quedan para no asegurar su salvación.
Dicho todo esto, lo realista es ser pesimista. Once jornadas son muchas y cabría la esperanza si el equipo fuera regular por lo menos sumara de uno en uno. Sin embargo, ya eso no le vale demasiado. Es muy probable que no le valga solamente con ganar a sus rivales directos, sino que tenga que dar alguna que otra campanada contra un Universitario, Estrella CF, Teror, Doramas o Guía para inscribir su nombre en la Regional Preferente 2022-2023. Ojalá me equivoque.