PERDIÓ POR 15-13 EN EL SET DE ORO DESPUÉS DE QUE LOS BÚLGAROS LOGRARAN GANAR EL PARTIDO POR 3-1.
LOS ERRORES EN EL SERVICIO DEL EQUIPO CANARIO (ENTRE ELLOS, EL ÚLTIMO DE YADRIÁN ESCOBAR) Y LA MALA DEFENSA, CLAVES DE LA DERROTA.
Se acabaron las ilusiones del equipo en Champions. Duró un partido y un set del segundo, en el que tampoco fue excesivamente superior. El resto de las mangas dejaron bastante que desear, especialmente en el apartado de saque, donde la escuadra grancanaria regaló muchos puntos. Precisamente, el servicio le dio el punto definitivo a los balcánicos.
El primer set fue muy igualado en los primeros minutos. Los ataques se imponían a los bloqueos/defensas que prácticamente no aparecieron. Ese equilibrio se rompió con el 8-8, cuando el Hebar se hizo con una pequeña ventaja de dos puntos (10-8) por un error en el servicio de Guilherme Hage y otro en la red de Yosvany Hernández.
Una de esas ventajas fue para el Hebar (19-17), que aprovechó un buen bloqueo suyo y un 1vs1 en el centro de la red para establecer una renta que obligó a Camarero a pedir un segundo tiempo muerto y enderezar la situación. Pero se complicó todo con varios puntos de ataques consecutivos locales que estableció un 22-19 en el marcador, un guarismo difícil de remontar. Los búlgaros dispusieron de cinco puntos de set (24-19), hasta que finalmente acabaron llevándose el primero (25-20).
El segundo set no fue muy diferente al primero, con mucho equilibrio. El Guaguas volvió a estar desentonado en bloqueo-defensa y en el servicio (volvió a enviar dos balones a la red), pero en ataque mostró una mejor cara. En esta ocasión, quien se puso por delante tras el empate a ocho fue el Guaguas (8-10). Sin embargo, los malos servicios seguían lastrando al equipo. De lo que pudo haber sido un 8-12 se pasó a un empate a once por dos saques a la red.
A partir de ahí se volvió a complicar las cosas. Una mala defensa de Yosvany Hernández, un remate fuera de Knigge y un servicio puso en ventaja peligrosa al Hebar (17-15), más que nada porque el Guaguas no estaba para nada un buen partido salvo en los remates por zona 2 y 4 y estaba regalando puntos en el saque.
A pesar de los pesares, el cuadro español se repuso (20-21) en un momento en el que parecía que los locales se iban a hacer con el segundo set (19-17). La manga se apretó una barbaridad (23-23) y, entre aciertos de unos y de otros, se llegó al a muerte súbita. Antes de ella, el Hebar disfrutó de un punto de set (24-23) y el Guaguas de otro (25-26). Los amarillos sí lo aprovecharon gracias a un remate por zona 4 de Almansa (25-27).
Después de varios minutos de intercambio, el Guaguas volvió a sufrir, especialmente con una renta negativa de cuatro puntos (15-11) que propició el tiempo muerto de Sergio Miguel Camarero. Se redujo distancia, pero un error de servicio tanto de Knigge como de Yosvany y un bloqueo a Yosvany no solo devolvía la renta a los locales, sino que lo ampliaba (20-14). Pintaba muy mal el juego, que evidentemente no pudo remontar por mucho empeño que le puso. Con un claro 22-15 en el electrónico, los españoles solo pudieron maquillar el parcial (25-16).
La situación estaba clara: el encuentro iba a tener dos sets más, ya sea porque el Hebar forzaba el de oro o porque el Guaguas forzaba el quinto, que ya no valdría para nada porque significaba que se pasaba de ronda. Desgraciadamente para los intereses visitantes, sucedió lo primero.
Como era de esperar, igualdad casi absoluta en los primeros minutos y el Guaguas cometiendo los mismos errores que estaba haciendo desde el principio entre malos servicios o remates fuera, o directamente malas defensas. Puntos regalados que sirvieron al Hebar establecer sus ventajas por diferencias de no más de tres o cuatro puntos (7-3, 13-10).
El CV Guaguas estaba, sin dudas, en el peor momento con un clarísimo 16-11 con el que seguro no contaba antes del partido. A esas alturas de set, ese guarismo es peligroso y complicadísimo de remontar, más cuando en bloqueo-defensa no se estaba. No era difícil que el Hebar anotara puntos, más cuando el árbitro le regaló dos puntos: no pitándole a los locales un blockout clarísimo (19-14) y luego enseñándole roja a Iribarne (20-14). La roja en voleibol no significa expulsión, sino punto para el contrario. Con el 21-16, todo pintaba negro para los amarillos, que debía acudir a la heroica para salvar una manga que era fácil adivinar hacia qué lado se iba (25-18) y el partido se iba al set de oro. Alerta roja para los visitantes.
El Guaguas llegó al cambio de ancha con tres de ventaja (5-8) y se acercó a la victoria final con un balón a la red local (6-9). Pero el Hebar consiguió darle la vuelta al marcador entre aciertos suyos y errores amarillos, que con un 13-11 lo tenía casi todo perdido. Poco margen de error, especialmente con el 14-12. Solo un milagro iba a permitir a Las Palmas ganar.
Para variar, otro mal saque fue el que eliminó al equipo. Yadrián Escobar, el encargado de iniciar el último punto del partido, lo envió directamente al fondo de la cancha, culminando un partido muy malo del CV Guaguas y dándole el pase a la siguiente ronda al Hebar Pazardhik (15-13).
FICHA TÉCNICA:
3 VC HEBAR PAZARDZHIK: Ivan Stanev (4), Jacopo Massari (19), Nicolay Kartev (12), Bradley Gunter (19), Todor Aleksiev (17) y Vktor Yosifov -seis inicial- Stoyco Nenchev (1), Teodor Salfarov, Plamen Shekerdzhiev (1). Entrenador: Camilo Placi
1 CV GUAGUAS: Paulo Renán Bertassoni (2), Jorge Almansa (6), Mattew Knigge (13), Yosvany Hernández (28), Guilherme Hage (6) y Borja Ruiz (7) -seis inicial- Francisco Iribarne (2), César Martín, Alejandro Fernández (líbero), Moisés Cézar, Yadrián Escobar (5), Ángel Rodríguez, Gustavo Delgado Entrenador: Sergio Miguel Camarero
PARCIALES: 25-20 (25’), 25 27 (29’), 25-16 (22’) y 25-18 (25’) | 15-13 (10’)
ÁRBITRO: Lucian-Vasile Nastase (principal, Rumanía) y Mirko Jankovic (segundo, Serbia).
INCIDENCIAS: Partido de vuelta de la ronda 1 (cuartos de final) de las eliminatorias previas de la Liga de Campeones de la CEV celebrado en el Vassil Levski Pazardjik (Bulgaria). El Guaguas vistió con su segunda equipación (camiseta azul, pantalón amarillo) por coincidencias de colores con los búlgaros.