VOLVIÓ A DERROTAR POR LA VÍA RÁPIDA AL MELILLA EN EL SEGUNDO PARTIDO DE SEMIFINALES
YADRIÁN ESCOBAR (15) LIDERA DE NUEVO LA ANOTACIÓN GRANCANARIA, ESCOLTADO POR ALMANSA (11), ZONCA Y KNIGGE (10)
No dio cabida a ninguna sorpresa. Ni siquiera en el primer set, donde comenzó más regular que bien con un parcial inicial de 4-6. Ninguno de los que empezaron en la zona delantera estuvieron acertados en ataque y lo aprovechó el Melilla para establecer su ventaja. Sin embargo, poco tardó el equipo amarillo en recuperar la frescura que le caracteriza.
Miguel Ángel de Amo, con un bloqueo, y dos puntos seguidos de Paolo Zonca y Emiliano Martín les dieron a los transportistas su segunda y definitiva ventaja en la manga. A partir de ahí, los amarillos carecieron de piedad y empezaron a vapulear al cuadro azul. Salim Abdelkader, que ya había parado el partido con el 9-7, lo volvió a frenar con el 13-8. Ya era tarde.
El equipo de Sergio Miguel Camarero apenas dio opciones de reacción a su rival. Minimizó los errores tanto defensivos como ofensivos, jugó bien sus primeros y segundos tiempos en colocación y en pocos minutos consiguió establecer un indiscutible 20-14 en el electrónico del Centro Insular de Deportes. El final de la manga fue un intercambio de puntos que terminó con el triunfo insular (25-18).
El inicio del segundo periodo no fue muy diferente en cuanto a guarismos (4-6), pero sí en cuanto a las formas. El Guaguas empezó a fallar en los servicios con balones a la red y el Melilla no fallaba ni una. Los africanos se iban a encontrar con un inesperado 5-8 que obligó al tiempo muerto de Sergio Miguel Camarero. No estaba visiblemente enfadado, pero se notaba que no quería ni la más mínima confianza ni la más mínima relajación.
Su equipo no reaccionó a sus palabras. El Melilla tomaba ventajas inéditas (6-11) que ponían en duda la segunda manga local. Sin embargo, apareció el norteamericano Matthew Knigge para dejar claro quién manga en el recinto capitalino, Junto a Yadrián Escobar, el estadounidense consiguió que el Guaguas recortara distancias y metiera el miedo en el cuerpo melillense.
El tiempo muerto de Abdelkader estaba más que cantado y le vino bien a sus jugadores. El conjunto de la ciudad autónoma mantuvo sus mínimas ventajas hasta que a Yadrián Escobar se cansó de que su equipo fuera por detrás. Ya no le daba la gana ir perdiendo el set y se sacó dos zambombazos de la chistera en su servicio para colocar a su equipo por delante (16-15).
Sin embargo, el cubano erró en sus dos ataques posteriores y le devolvió la ventaja al Melilla, al que la alegría le iba a durar poco. Las Palmas se puso gasolina de la buena y protagonizó un final de set de infarto que terminó por encima de los 25 habituales puntos (26-24). Almansa fue el que puso la guinda la paste con un gran servicio.
Era, prácticamente, el set de la sentencia. No es la primera vez que un equipo remonta un 2-0, pero no suele ser lo habitual. Efectivamente, el Guaguas iba a dar por concluida su pase a la final en el tercer juego. Se desarrolló exactamente igual que los dos primeros: ventajas para el Melilla en los primeros intercambios y luego Las Palmas tomaba el volante.
Los de Sergio Miguel Camarero solo tenían que anotar y esperar. No fueron grandes diferencias durante el transcurso de la manga (a lo máximo, sin contar con el final, tres puntos), pero los suficientes para que el final del choque fuera de lo más tranquilo, como si lo que estaba en juego no fuera una final por el título sino un partido de liga más.