EL COMBATE SE CELEBRÓ EN UNOS DE LOS GIMNASIOS MÁS GRANDES DE TODOS LOS TIEMPOS, NADA MÁS Y NADA MENOS QUE EN EL GLEASON’S GYM
14 años más tarde, empieza la cuenta atrás para cumplir uno de mis más grandes sueños… ese que por falta de ambición y por pensamientos de un adolescente que no tiene muy claro lo que realmente merece la pena deje atrás.
Algo que me ha pesado, me ha marcado y me ha roto día tras día después de aquella decisión… quizás en ese momento para mí fue lo mejor, pero no tarde en darme cuenta de que mi decisión fue un error.
Muchos años más tarde, el boxeo y la vida, después de tantas lamentaciones, me dan una nueva oportunidad y tan grande que sin tan siquiera pensarlo se venía encima una de las mejores experiencias de mi vida en el boxeo, pocos días, sí… pero que grandes días. Por fin tengo la oportunidad de reparar aquello que yo mismo decidí.
Todo empieza una tarde en mi gimnasio, mientras impartía clases como habitualmente hago; porque eso soy ahora, un entrenador que lucha porque sus chicos lleguen lejos y cumplan sus sueños. Dorian alumno mío llega con Eduardo, su padre y gran amigo mío, y se da la conversación de visitar Nueva York, para formarnos más sobre este mundo del maravilloso boxeo… y así fue nos pusimos manos a la obra en organizar todo, esta sería mi tercera vez allá así que sigo teniendo contacto con algunos amigos así que fue más sencillo y nos facilitó mucho las cosas, y entre preparativos asoma la más grande oportunidad para mí, se me ofrece participar en un Torneo amateur que coincide con las fechas de nuestro viaje, claro hay que moverse y agilizar las cosas para que eso sea posible, me pongo en contacto con la Federación Canaria y como no, me ayudan en todo lo que está en sus manos para que yo pueda participar en dicho torneo.
Y la vi, una luz, 14 años más tarde podría yo cumplir aquel sueño que abandone en el año 2009, boxear en New York.
Tuve que salir de mi zona de confort, realizar una dieta estricta para dar el peso acordado, preparación física con mi entrenador personal y por otro lado, volver a este mundo como lo que un día fue… boxeador y no entrenador.
Pienso que la vida me dio un regalo.
Una vez allí continué preparándome en el Johns Boxing Gym ubicado en el Bronx.
El combate se celebró en unos de los gimnasios más grandes de todos los tiempos, nada más y nada menos que en el Gleason’s Gym, hogar de grandes estrellas mundiales del boxeo como Mike Tyson, Muhammad Ali, Julio Cesar Chávez… entre otros campeones.
Estaba todo en orden, todo listo, la oportunidad estaba ahí, mi esquina Ángel Torres, ganador en su momento de los Golden Gloves y ex boxeador profesional ya retirado, fue mi apoyo esa noche junto a mis compañeros de viaje. Gran noche.
Mi deuda conmigo mismo estaba saldada, y no hay nada más grande en esta vida que cumplir nuestros sueños, aunque para otros sean insignificantes, para nosotros son grandiosos. Y entonces entendí… que todo se puede lograr si se cree en uno mismo.
Entendí que uno debe esforzarse un poco más por alcanzar sus objetivos y que todo en esta vida ocurre por algún motivo.
Quiero mostrar mi agradecimiento especial a la Federación Canaria por ayudarme a cumplir mi objetivo. Agradecer a Eduardo y su hijo por estar a mi lado en todo el proceso. Mi mujer que supo estar ahí apoyándome hasta el final, desde tan lejos.
Agradecer a la USA Boxing Metro, promotora más prestigiosa de Nueva York por darme la oportunidad de boxear en dicho evento.
Agradecer al Johns Boxing Gym por sacarme en esquina y prestarme los maravillosos servicios de usar sus instalaciones, y por último agradecer al concejal del municipio de Santa Lucía de Tirajana, Sergio Vega, una persona que siempre ha creído en mí y me ha apoyado.
Año 2023, soy el ejemplo de que si tienes un sueño debes alcanzarlo, luchar por él, tarde o temprano la vida te dará la oportunidad.
Mis respetos para todos los boxeadores y deportistas en sí.