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LA CIUDAD DE TELDE CUENTA CON EL PASAJE QUICO MOZÓN COMO RECONOCIMIENTO A SU LABOR.
El Concejal de Gobierno de Acción Social y Desarrollo Humano, Deportes y Juventud del Ayuntamiento de Telde, Diego Ojeda, días atrás, rendía visita a Pedro Monzón Amador más conocido como Quico Monzón, una persona ilustre e histórica en la vida deportiva y social teldense.
Quico Monzón, teldense nacido en la calle Ruíz de San Gregorio, el 11 de mayo de 1922 y empleado de la banca de profesión, es un libro abierto de grandes vivencias y conocimientos, tanto deportivos como sociales de la ciudad de Telde, que cuenta con una lucidez asombrosa a sus recién cumplidos 95 años. No en balde acarrea en su mochila, una cantidad innumerable de cargos de responsabilidad siendo los más destacados la presidencia del Club de Lucha Castro Morales, fundador y presidente del Club Colombófilo Doramas, fundador del equipo de fútbol León y Joven, presidente de la Sociedad La Fraternidad y entrenador de boxeo, en los años 50, de Kimbo y Cabrerita Gil. Toda una brillante trayectoria que el Ayuntamiento de Telde le ha reconocido con la nominación del Pasaje Quico Monzón.
Monzón, que se confiesa un enamorado de los deportes, empezó haciendo sus pinitos en el atletismo logrando, ahí es nada, en salto de altura 1,72 cm y 6,15 cm en salto de longitud, cuando de casualidad uno de sus profesores le animó a probar “en aquél momento, ni yo era conciente que tenía esas cualidades. Yo solía saltar de un lado a otro en las calles de San Gregorio, de acera en acera, sin tocar el suelo. A partir de ahí, empecé a perfeccionar el salto viendo muchas películas en el cine”.
También tuvo sus pinitos en el ajedrez y en el fútbol “jugaba de interior izquierdo” asevera el teldense. Y como entrenador destacó en el boxeo, donde entrenó entre otros a Kimbo al que destaca “como el mejor de la época”.
Ojeda valoraba su visita como “muy entrañable y de un gran enriquecimiento personal. Personas como Quico Monzón son dignas de admirar por todo lo que lucharon por esta ciudad, en una época donde la situación era muy complicada. A pesar de las grandes dificultades para la práctica deportiva al carecer de instalaciones deportivas, lograron hechos muy importantes para que Telde, creciera y progresara, tanto a nivel social como deportivo. Todo gracias a la gran ilusión y el entusiasmo que desprendían en todo lo que hacían”.