LAS AMARILLAS NO ESTUVIERON FINAS EN LOS LANZAMIENTOS Y EN EL CUIDADO DEL BALÓN EN UN ENCUENTRO EN EL QUE REINÓ UN INTENSO CAJA RURAL AULA VALLADOLID (37-33).
EL CONJUNTO DE ROBERT CUESTA LUCHÓ PARA LOGRAR LA REMONTADA, PERO EL CUADRO PUCELANO NO CEDIÓ TERRENO.
Mal día en la oficina. El Rocasa Gran Canaria perdió por primera vez en este curso y lo hizo ante un Caja Rural Aula Valladolid que, una vez tomó cierta ventaja, no bajó el listón de intensidad para acabar llevándose el partido (37-33). Lo cierto es que las amarillas compitieron de tú a tú y en la primera parte igualaron las fuerzas de las chicas de Miguel Ángel Peña, pero la falta de efectividad en un momento donde las pucelanas se marcharon con un buen parcial acabó siendo determinante.
Una primera parte frenética al máximo
El arranque de partido estuvo marcado por la intensidad de las pucelanas a la hora de defender su portería. En ese sentido, consiguieron reducir notablemente el ritmo anotador habitual de un Rocasa al que le costó encontrarse. Lo cierto es que esos primeros compases fueron muy embarrados, con ambos equipos tratando de llevar la dinámica ganadora y queriendo imponerse, pero fue Aula quien dio primero (3-1).
La dificultad a la hora de encontrar buenas situaciones de tiro fueron un problema para las amarillas, aunque poco a poco supieron llevar el partido a su terreno. Con el paso de los minutos tanto la defensa insular como su ataque crecieron de forma notable para cambiar el sino del encuentro (3-7). Todo cambió desde que las chicas de Robert Cuesta fueron capaces de asentarse sobre la pista con más criterio.
Aun así, un par de expulsiones dejaron al Rocasa en cuadro en su mejor momento en lo que iba de partido. Eso lo aprovechó bien Caja Rural Aula Valladolid para recortar distancias y ampliar su cuenta goleadora, acercando posturas con rapidez.
El choque estaba muy igualado y la tensión era más que evidente, pero las canarias fueron capaces de pasar el mal trago y mantenerse por delante con mucho pundonor. Pese a ello, las vallisoletanas ya venían con más inercia positiva y pudieron empatar el partido (10-10). Las de Miguel Ángel Peñas habían conseguido volver a frenar a las insulares y el Rocasa necesitaba reaccionar una vez más.
La primera parte fue completamente frenética y sólo se detuvo cuando Cristina Cifuentes tuvo que ser atendida tras llevarse un fuerte golpe. Desde ahí hasta el final el partido fue un intercambio de golpes en el que Aula salió más que beneficiado gracias a su gran final. Con parcial de 3-0 las pucelanas se iban al descanso con mejores sensaciones y con su mayor ventaja del encuentro (20-17).
El Rocasa lo intentó con todo, pero no pudo
Tras pasar por vestuarios el ritmo goleador se detuvo pegó un buen bajón. No obstante, el Rocasa seguía por detrás en el marcador y tenía que reaccionar. Las paradas de Lourdes Guerra complicaban entonces la remontada grancanaria; las de Robert Cuesta no encontraban espacios en la defensa vallisoletana y, además, la guardameta del Caja Rural Aula Valladolid estaba cuajando un muy buen partido.
Mientras tanto, Alba Spugnini seguía a lo suyo anotando goles como lleva haciendo desde el inicio de temporada y remando para acercar al Rocasa. Sin embargo, otra estirada en el marcador de Aula ponía las cosas muy cuesta arriba para las amarillas, lo que obligó a Cuesta a pedir un tiempo muerto dado que sus jugadoras no encontraban el camino y las pucelanas iban a otra velocidad distinta (25-20).
El Rocasa comenzó a luchar con todo lo que tenía para igualar fuerzas. Es cierto que le estaba faltando algo de acierto, pero necesitaban recuperar su mejor ritmo para poder ir a por el partido. A pesar de ello, Aula no bajó el listón de su juego y mantuvo siempre una dura defensa que impedía cualquier intento de las amarillas por meterse en el partido. Ni siquiera una inferioridad numérica las ayudó a recortar.
De hecho, no había ni siquiera cierta con los lanzamientos de siete metros, pero la fe de las insulares estuvo firme cuando más falta hacía y Miguel Ángel Peñas tuvo que pedir un tiempo muerto porque el encuentro se apretaba (31-27). Era momento de ir a por un pasito más con paciencia y tranquilidad, dado que todavía quedaba bastante tiempo para poder remontar. Eso sí, había que trabajara para lograrlo.
Pese a todo, Aula no permitió que el Rocasa terminase la remontada y acabó cerrando la victoria a su favor. De este modo, el conjunto grancanario cedió por primera vez en esta campaña un partido que, a buen seguro, servirá para aprender en lo que queda de temporada. El curso es largo y un resbalón no empaña el buen arranque de las Guerreras Amarillas. Toca ya pensar en el siguiente partido (37-33).
Ficha técnica del partido
Encuentro correspondiente a la 5ª jornada de la Liga Guerreras Iberdrola celebrado en el Pabellón Huerta del Rey, Valladolid
Árbitros: Alejandro Hoz Hernández y Axel Riloba Pereda
Resultado cada 5 minutos: 2-1, 3-4, 6-7, 11-11, 15-15 y 20-17; 21-18, 25-20, 28-22, 31-25, 34-28 y 37-33.
CAJA RURAL AULA VALLADOLID (37): Lourdes Guerra (P), Teresa Álvarez (1), Elena Cuadrado (3), Lorena Téllez (5), Cristina Cifuentes (3), Sara Molés (1) y Amai G. De Garibay (5). También jugaron: Elba Álvarez (2), Jimena Laguna (2), Danila So Delgado (7), Malena Valles, Iona Lucio (6), Elena García, Rafaela Bergara (1), Savina Bergara (1) y Carmen Sanz (PS).
ROCASA GRAN CANARIA (33): Silvia Navarro (P); Melania Falcón, Arinegua Pérez, Alba Spugnini (12), Sayna Mbengue (8), María Gomes (3) y María González (3). También jugaron: Ana Palomino (PS), Esther de Miguel, Vasiliki Gkatziou (2), Mizuki Hosoe (1), Susana Martín () y Katarina Pavlovic (4).
Foto: Valentín G. de Garibay