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PRÁCTICAMENTE TODOS LOS BUENOS INGREDIENTES DE UN PARTIDO DE FUTBOL NO FALTARON EN EL PABLO HERNÁNDEZ EN EL CHOQUE QUE MEDIAN AL SAN GREGORIO Y A LA UD BALOS Y TERMINO 4-4
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EL CAPITAN LOCAL COCÓ FIRMO EL PRIMERO Y EL ÚLTIMO GOL DE LA NOCHE
Kiko Tarrasa
Tuvimos goles, golazos, fallos, “fallazos”, alternancia en el marcador, intensidad, desgaste, entrega, nervios, pasión, goles fantasmas, fantasmas sin goles y todo aquello que rodea al fútbol que nos apasiona y que en la noche del viernes, incluida el agua que regó Telde, nos gustó sobremanera.
Nos gustó el cabezazo de Coco para adelantar al San Gregorio y el pase de Ioney para que Prince hiciera su golito de los viernes, en esta ocasión en un viernes de tormenta propia de historias de terror que tuvo su fantasma propio en forma de gol, que Ramón conseguía con un árbitro que estuvo excesivamente «blandito» y lo otorgo a pesar de la amalgama de cuerpos y piernas que le tapaban la visión.
Nos gustó la picardía de Julio que igualaba el partido para UD Balos y de paso nos recordaba que los porteros juegan mejor con las manos que con los pies, a pesar de que muchos se empeñen en complicarles la vida cuando lo fácil es romper el balón a campo contrario o a la banda.
Dani nos regaló un golazo de escándalo que ponía a los verdillos por delante cuando parecía apretar más el San Gregorio con la entrada a la cancha de Kilian Benítez y José Tomas, que tuvo que ir a remolque para que Antonio tras un rechace igualara nuevamente el marcador y colocar el 3-3.
Un marcador que volvería a romper Dani mejorando su anterior gol en otro magistral lanzamiento de falta. Eso sí que es un alto porcentaje de acierto, lanzo tres veces y consiguió dos goles ¡Ole tú!.
Parecía todo decantado para la UD Balos y que el San Gregorio perdería la imbatibilidad casera, pero en tiempo de prolongación otro cabezazo de Coco volvía a colocar las tablas en el marcador en un partido para el deleite y disfrute.