PRIMERA VICTORIA (2-0) DE LA TEMPORADA PARA LAS DE EUGENIO PAULÓN QUE DOMINARON EL CHOQUE ANTE EL RC JOLASETA DE CABO A RABO.
LAS GETXOTARRAS APENAS DISFRUTARON DE OPORTUNIDADES PARA IGUALAR EL RESULTADO TRAS EL GOL INICIAL DE OMARA FABELO.
ANDREA GUERRA SENTENCIÓ EN EL TERCER CUARTO
Las vizcaínas lograban el ascenso la pasada temporada y han comenzado esta con un empate y tres derrotas. El Tabu llegaba a la 5ª jornada de la Liga Iberdrola de Hockey tras el revés en su visita al Atlético Terrassa, segunda derrota en cuatro partidos y con dos puntos tras otros dos empates.
TOMA DE CONTACTO INICIAL
Minutos de tanteo en el comienzo del encuentro con dos equipos respetándose en exceso. Las grancanarias se hicieron pronto con la pelota, aunque el Jolaseta buscó al área con alguna acción en conducciones individuales, pero sin peligro.
Las getxotarras acusaron el golpe con la parroquia amarilla celebrando el primer gol de la temporada in situ y animando a las suyas. El juego se convirtió en un monólogo local con el Jolaseta emparedado entre su propia portería y el ataque de las de Eugenio Paulón.
Sin poder ampliar la diferencia, el equipo canario tiró de paciencia para desgastar al cuadro visitante con un juego inteligente y sin riesgo.
Los últimos minutos de la primera mitad olían a gol amarillo. Ninguno de los dos penalti-córner, ni una contra rápida entre Omara y Giuliana Ruggieri sirvieron para colocar el segundo gol en el electrónico del Siete Palmas y el Tabu se marchó al descanso con un resultado pobre para el juego desarrollado.
EL JOLASETA SE LANZA A POR EL EMPATE
Las de Jorge Suárez salieron de vestuarios con una nueva cara. Buscaron la portería local una y otra vez amenazando con igualar la contienda, pero las isleñas se defendían con acierto.
El Tabu encontró varios contraataques para darle la vuelta a la dinámica de la segunda mitad. Mediado el tercer cuarto el cuadro local dominaba la posesión con solvencia de nuevo y las intenciones de puntuar de las vascas parecían quedar desactivadas.
El periodo final comenzaba con el Jolaseta maniatado. Las jugadoras hoy vestidas de azul se encontraban incapaces de buscar la portería rival. El Taburiente estaba cómodo en su rol de dominador de la pelota mientras el reloj corría.
De una forma antinatural, los últimos minutos resultaron plácidos para los intereses grancanarios con algún penalti-córner bien defendido como único sobresalto.