UNIÓN DEPORTIVA LAS PALMAS PIERDE (EMPATA) EL NORTE

  • OSASUNA 2-2 UD LAS PALMAS

DESDE LA GRADA CURVA/TV .- POR EDUARDO FRANCESCOLI

Intoxicada por los últimos efluvios de los presuntos efluvios del chino Araujo, la UD confirmó en Pamplona que su paraíso último, País Vasco, Euskadi, Euskal Herría, con la inclusión de la Navarra que forma parte de la cantera homologada como vasca por los clubes que demandan de los ocho apellidos, el último paraíso de la UD, donde la pasada temporada no dejó de cultivar grandes resultados ante Athleti, Real Sociedad o Eibar, ha dejado de serlo tras la debacle donostiarra y las dádivas a Osasuna: Las Palmas, este año, por el momento, pierde el Norte.

OSASUNA VS LAS PALMAS PIC JAVIER SESMA

La pérdida quedó en un agónico empate. La brújula serena de Setién no ha logrado aún convertir las pateras amarillas, náufragas como en el caso de Nauzet y Araujo, en una singladura con rumbo y con Norte. Aunque pueda parecerlo. Las Palmas olvidó llevar a Pamplona un balón alternativo, para que Osasuna se entretuviera mientras jugaba, con un ochenta por ciento de posesión, al fútbol. De cada diez minutos, ocho estaba el balón en los pies de algún futbolista amarillo. Si no fuera porque para marcar un gol basta una jugada, un golpe de suerte, una intuición, un pis-pas, un golpe certero, un regalo, un visto y no visto, otro regalo y un latigazo, Las Palmas habría ganado por goleada, con su balón exclusivo pegado a las uñas.

Pero no. Las Palmas optó por el regalo y por el otro regalo. La UD saltó al veterano El Sadar con su columna vertebral diseñada por canteranos. Desde el cancerbero canario de apellido vasco – Raúl Lizoaín –, al centro de la defensa – Aythami y David García –, al centro del campo y la media punta – Roque, Vicente, Tana –, y hasta con el lujo de tener enfrente a una muestra de su excedente canterano bajo palos, Nauzet Pérez. Los repuestos de Setién – Helder Lopes se vestía de titular por primera vez, al igual que el portero del Unión Viera – no evitaron la ya acostumbrada concesión temprana de la UD al rival de turno: no tenemos noticia de cambios de reglamentación en Alemania, en Italia, ni siquiera en Ghana, pero en la Liga Santander – espacio para su publicidad, doña Ana – tocar el balón con la mano en el interior del área se denomina penalti. Boateng lo hizo y Las Palmas, otra vez, iniciaba el partido con resultado adverso.

Al regalo del crack sucedió un sinfín de posesiones, transiciones, paredes y pases, ante un Osasuna bunkerizado en su área el mismo día y a las mismas horas en que Pedro Sánchez se disponía a la derrota final, bunkerizado en Ferraz. Ese área navarra se convirtió en un frontón sobre el que la UD, una y otra vez, dirigió el cuero sin que los pamploneses dijeran ni pamplona, acostumbrados a las habilidades de los mejores ‘pelotaris’ universales. Hasta que llegó el otro regalo, marca de la casa, desde la cabeza no siempre eficiente de Aythami, que prefirió su versión de presunto dandi futbolístico, peinando hacia atrás una pelota que solo requería ser repelida, despejada, un vulgar e inocuo saque de banda, antes que la pretensión de pase al portero del defensa de Mogán. En los pies de Sergio León, ese balón regalado se convirtió en una tela de araña para los pies confusos de David García y en un puñal entre los pies sorprendidos de Raúl. A Osasuna le habían bastado dos minutos de cada diez para ganar por dos a cero. Fútbol.

Las Palmas tuvo mejor suerte en la segunda parte, siempre con el balón controlado, porque al gol tempranero de un incomensurable Vicente, perito en testarazos, tras un pase de Livaja, que muestra con sus centros cómo quiere que le pongan a él algún día un balón en el área para poder rematarlo, se unió la lesión de Sergio León, quien solitario en el ataque era, sin embargo, la mejor defensa de Osasuna por su constante peligro. Así las cosas, con la inclusión de Dani Castellano, de Momo y ya en la frontera del reloj del pródigo Asdrúbal, más materia prima canterana, Las Palmas no cesó de buscar pasillos y pasadizos entre los pies rojillos, sin fortuna. Una volea de Boateng digna del Zidane de Glasgow se topó con la carpintería, en lo que hubiera sido una obra de ingeniería en forma de empate.

Cuando Las Palmas parecía haber perdido definitivamente el Norte de los puntos, y presionado, contenido, asediado y sitiado en su área como Pedro Sánchez lo era en Ferraz, y casi al mismo tiempo que el ya ex líder socialista, Osasuna dimitió de la victoria cuando solo bastaban dos minutos, quizá los dos minutos que le tocaba quedarse con el balón, para concluir el encuentro. David García se resarcía del enredo a que le había sometido Sergio Léon y embocaba su tercer gol en Primera División, los mismos que marcó en Segunda B. Y Setién sigue sin perder cuando Asdrúbal está en el campo. Fútbol.

Este año, la UD tiene más oportunidades – restan Eibar, Athleti, Alavés – para recuperar el Norte.

 

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