UN WILLIAM JOSÉ DE CINE LE HACE UN ROTO AL EQUIPO DE MODA
Por teldeporte Actualizada el 22 Sep, 2016 a las 11:26 | Categorizado como En Portada, Fútbol | Con 0 Comentarios
  • REAL SOCIEDAD 4-1 UD LAS PALMAS

  • DESDE LA GRADA CURVA/TV POR EDUARDO FRANCESCOLI

Estar de moda supone por definición caducidad obligada, una tendencia pasajera y temporal a la que sucederá otra tendencia igualmente temporal y efímera. Así que en cada halago mediático y televisivo a la UD de los comentaristas futboleros, sean doctos y elegantes– el lujo de Axel y sus contertulios – o primates guturales – los sucesivos e inaudibles chiringuitos –, esa frase de moda de que la UD Las Palmas es el equipo de moda  encierra la transitoriedad obligada, la condición mortal del éxito amarillo. Estamos de moda para pasar de moda, y solo queda saber si ese Rubicón se cruzó en Donosti.

Y eso que era la jornada propicia para que la UD siguiera de moda, sobre la alfombra roja de la cinéfila ciudad de San Sebastián, en pleno festival. Pero quien estuvo de cine fue William José y toda la Real Sociedad, que parece haber alcanzado en Eusebio a su Setién particular, después de tantas probaturas, y el brasileño le hizo un auténtico roto al equipo de moda, al que hizo jirones, continuando con la moda, esa sí, de que a la UD este año son las cuñas del mismo palo – Vitolo, ahora William José – las dispuestas a acabar con tanta pasarela.

William José le hizo un auténtico traje en 45 minutos a sus antiguos compañeros, y lo comenzó pronto, cuando no se había cumplido el primer minuto, aprovechando la tendencia de Dani Castellano a recular y permitir que los delanteros se internen en el área, y el despiste crónico de David Simón para impedir que los delanteros dispongan de metros libres en los que maniobrar. El roto de

William

WILLIAM JOSÉ

José, que marcó a los cincuenta segundos y que pudo haberse llevado a casa un saco de balones con los que justificar la apuesta donostiarra por sus servicios goleadores, mostró todos los defectos de las costuras de la UD a la que dejó en ropa interior: un David Simón que defiende porque ataca, en un cambio de roles que hace tiempo que dejó de practicar y que era la razón de su supervivencia en Primera; un Roque que precisa de un Vicente inmediato, cercano, que alivie su tendencia de correcaminos que le empuja a acabar exhausto; un Varas que ha señalado a los contrarios las alturas como el mejor camino para llegar a la red amarilla; un Araujo de estima débil, convencido de que su destino es rozar la gloria y el gol, tan cercano, que nunca – cree – logrará consumar.

Así las cosas, la Real Sociedad continuó su labor de sastrería con un descosido sistemático sobre el telar amarillo: un gol tras otro, hasta cuatro, y una UD Las Palmas que acabó desnuda: Boateng expulsado, no podrá jugar contra el Real Madrid su cita con la redención estelar del universo fútbol; Bigas y Lemos, lesionados; David Simón, señalado; Araujo, desaparecido.

La alfombra roja donostiarra se convirtió para Las Palmas en un paseo ensangrentado. Ya no podrá disputarle el liderazgo al Real Madrid, en una cita imaginada para conservar en las estanterías de la memoria. Y con el equipo en harapos, deberá muy probablemente recurrir a su veta autóctona, a Aythami y David García, a Viera y Vicente, la veta eterna que nunca pasará de moda y que, quién sabe cuándo, volverá a situar a la UD como el equipo de moda.

 

Acerca De -

Deja un comentario

Debes estar Iniciar Sesión to post comment.

This site is protected by WP-CopyRightPro
/